El entorno natural de Purujosa resulta de gran belleza plástica y presenta una diversidad de suelos que origina la gran variedad de paisajes, flora y fauna del municipio.
Las muelas calcáreas formadas en el periodo Jurásico y los profundos barrancos que las cortan fueron una de las causas de la primera ampliación del Parque Natural del Moncayo.
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Finalmente una reciente ampliación del Parque ha recogido casi mil hectáreas de nuestro término, en las estribaciones de la Sierra del Tablado, que son terrenos mucho más antiguos formados en el Paleozoico. En consecuencia casi la totalidad del término municipal forma parte del Parque del Moncayo.
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Esta variedad de terrenos, calizos y silíceos, así como la diferencia de altitudes de unas zonas con otras, es causa de la riqueza paisajística y natural de Purujosa.
De forma genérica pasamos a enumerar un conjunto de parajes naturales que merecen ser recorridos en nuestros días de estancia en Purujosa.
MUELAS Las muelas son amplias plataformas calizas formadas durante el Jurásico como consecuencia de los depósitos precipitados en los fondos de los mares que ocupaban la zona hace aproximadamente 200 millones de años.
Es lo más característico de nuestro paisaje y ofrecen una curiosa visión en las fotografías de satélites. Son de diverso tamaño, y algunas de gran extensión, siendo aconsejable recorrerlas bien en primavera o en otoño.
Para poder elegir las enumeramos a continuación: Muela de Cuartún, Muela de Añón, Muela de Beratón, Peñarroya, Los Aliagones, El Cabecillo o El Tolmo, y La Moratilla o Barrevinoso.
BARRANCOS Los barrancos son de dos tipos claramente diferentes, los de la zona caliza y los de la zona del Tablado.
Los barrancos que surcan las muelas son los parajes más espectaculares de nuestro municipio, por la profundidad y amplitud de algunos tramos. El más destacado es Valcongosto, que se prolonga en su parte alta y ya más abierta por los barrancos de la Hoya Barrán y de la Fuente El Col que le aporta caudal continuo de agua todo el año. Importante igualmente es barranco de Cuartún que termina su parte estrecha en la cueva del mismo nombre, y aloja en su cauce el antiguo camino de Tarazona y el actual Sendero GR-90. Por último tenemos el barranco de La Virgen, que en su parte alta lo forman los barrancos de Cuartal y el de La Atalaya.
Los Barrancos de la zona del Tablado, no son tan profundos por la mayor dureza de los suelos paleozoicos, pero no dejan de tener su interés por la distinta vegetación que los adorna. Los más importantes son los de Peña Gorda y La Barraca, sin olvidar los de Matarranas, El Aceboso y La Chopera o Acharejo que hace raya con Castilla.
CUEVAS La gran abundancia de cuervas en nuestro municipio es consecuencia de los fenómenos karsticos que se producen en las estructuras calcáreas situadas al norte de la localidad. Su dimensión y profundidad son variables, contando con que todavía no se ha procedido a la exploración sistemática de las más profundas. Por el gran número de rebaños de ganadería lanar existentes en el municipio años atrás, casi todas las cuevas se utilizaban como refugios para el ganado.

Por su tamaño se pueden destacar las cuevas de Covaliendres y la de Cuartún, situadas a pie de pista o sendero y por tanto de fácil acceso. También merecen citarse las cuevas del Tío Cañas, la del Tío Barrigudo, y la del Boquero de Peña Cerrada. Otras muchas se sitúan en los alrededores del pueblo y también en los cantiles de las muelas. Así en la Muela de Añón existen muchas de diverso tamaño, destacando siete a las que se les ha asignado nombres identificativos: la de las Brujas, la Ancha, la Estrecha, la de la Tía Petra(con un pequeño manantial en su interior), la del Sauco, y la de los Pilares, que es la más espectacular de todas. En la Muela de Beratón destacan la cueva de los Buitres, y la de las Palomas. No debemos olvidar la mención a la Cueva de los Rincones, a la que se accede por un estrecho agujero.
FUENTES Numerosas son las fuentes que afloran a lo largo y ancho del municipio, algunas situadas a pie de pista o sendero, pero otras en zonas más alejadas. Antes, todas tenían su importancia por el gran aprovechamiento agrícola y ganadero del territorio; pero en la actualidad, algunas están ocultas por la maleza dado el abandono de campos y sendas.
La más destacada de todas es "la Fuente" por antonomasia, también llamada la Fuente del Río, la del pueblo o la de Purujosa, la de la Carrasca. Todas estas denominaciones sirven para identificar el gran manantial situado junto a la carretera de Beratón y que da origen al río Isuela.
Le siguen por su importancia las fuentes del Col y la del Tajo, situadas en los márgenes de la Muela de Añón, que nutre el gran acuífero del que surgen.
Importante es también la fuente de la Costera situada en el margen de la Muela de Beratón y que desagua en el Barranco de la Virgen.
Otras que merecen mencionarse son la Fuente de los Rincones, la de la Hoya Barrán, la Fuente de la Zorra, la Fuente del Acere; y otras muchas situadas al norte de la localidad en las zonas calizas.
En la zona del Tablado, al sur del río, se pueden mencionar la Fuente Ortuño, la Fuente el Hilero, la Fuente de la Chopera, la del Reajal, la Fuente del Prado, etc.
BOSQUES Los bosques naturales del municipio son los del género Quercus, encinares y rebollares principalmente; si bien a mediados del siglo XX se realizaron extensas repoblaciones de pinos que adornan gran parte del término.
Las encinas (Quercus ilex ballota), aquí denominadas chaparros o carrascas, se extienden por todo el municipio, poblando tanto las zonas calizas como las silíceas. Son zonas boscosas que se van recuperando de las continuas cortas para leñas y carboneo, por lo que en algunos espacios propicios han surgido innumerables brotes que crean formaciones arbustivas prácticamente impenetrables, como en la Umbría Baja. En las zonas de campos abandonados y las más utilizadas de forma reciente por el ganado se han conservado los ejemplares más añosos y de mejor porte. Como es el árbol que más se adapta a las condiciones climáticas actuales y se ve libre del uso intensivo para leña, se encuentra en expansión en todo el municipio, viéndose claramente como está repoblando las muelas calizas que en épocas anteriores estaban dominadas por los quejigos.
Los rebollares (Quercus pyrenaica) se asientan principalmente en las zonas silíceas situadas al sur de del río Isuela, constituyendo densos bosques en la cara norte del Tablado y en la zona de Matarranas. Estas masas de robles se van recuperando de la intensa utilización a que se vieron sometidos en épocas pasadas, tanto para leña, como para la construcción y para uso ganadero.

Los pinares han alcanzado un gran desarrollo en algunas zonas de nuestro municipio, puesto que las plantaciones se realizaron en las zonas más propicias por su altitud, humedad y tipo de suelo. Mayoritariamente son del tipo laricio, y en menor medida pinaster y silvestre. Las zonas de pinares se sitúan en lo alto de la sierra del Tablado y en las cuencas altas del barranco de La Virgen y de Cuartún, desde el collado de Aparapuercos hasta La Atalaya, Cabezo Cuartal y Cerrogordo.
Otro roble presente en nuestro término es el quejigo o cajigo (Quercus faginea), que actualmente se presenta de forma aislada en toda la zona caliza, y que aún presenta ejemplares con buen porte en la zona baja del término, como se ven junto a la carretera. En épocas remotas, más húmedas y templadas, formaba extensos bosques asentados en todas las muelas que rodean la localidad.
Podemos disfrutar de otras muchas especies florísticas en el término municipal de Purujosa, empezando con los continuos bosques de ribera que acompañan al río Isuela a lo largo de nuestro término municipal, con hermosos ejemplares de sauces blanco y negro (Salix alba y Salix atrocinerea) llamados aquí sargatillos, fresnos (Fraxinus excelsior), chopos (Populus nigra), saúcos (Sambucus nigra). Por último destacar dos arbustos o arbolillos que nos ofrecen su colorido a lo largo del año, en primer lugar el guillomo (Amelanchier ovalis) conocido como balea, que va colonizando progresivamente las laderas calizas más húmedas, como la Umbría el Balear, la Umbría de los Rincones o la Umbría del Cabezo. También nos ofrece su bonito colorido otoñal el arce (Acer monspessulanum), conocido en Purujosa como acere, del que podemos disfrutar en solitario o intercalado con los chaparros en la parte más baja del término junto a la carretera, sobre todo a la salida de la Hoya el Pi, donde existen algunos aceres de gran tamaño y longevidad.
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